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DECLARACIÓN: “Ecuador: resistencia popular frente a la política de austeridad y el estado de excepción”

Global Campaign

 

Ecuador: resistencia popular frente a la política de austeridad y el estado de excepción

Pronunciamiento de la Campaña Global para Reivindicar la Soberanía de los Pueblos, desmantelar el poder corporativo y poner fin a la impunidad

 

La Campaña Global expresa su profunda preocupación ante la grave situación en el Ecuador que está derivando en la violación de los derechos humanos de los/as ecuatorianos/as. Nos solidarizamos con las protestas populares que se están desarrollando en el país contra el programa económico adoptado por el presidente Lenin Moreno, pactado con el Fondo Monetario Internacional a cambio de un préstamo de 4 200 millones de dólares, y que sustancialmente favorecerá los intereses del gran capital.

 

El retiro del subsidio al precio de los combustibles, y la regresión de los derechos de las personas trabajadoras, han sido las últimas medidas de una larga serie de políticas que afectan la economía de las personas más vulnerables. Privilegian la maximización de los beneficios de las empresas transnacionales, particularmente de las industrias extractivas, en detrimento de los derechos colectivos y ambientales de las comunidades campesinas e indígenas.

 

Frente a la legítima protesta social, el gobierno ha reaccionado con una ofensiva represiva, con el resultado de varias personas muertas, centenas de detenciones, sin que se respeten garantías legales y constitucionales, el acoso a los centros de ayuda humanitaria y servicios de salud, amparados en la declaración de estado de excepción y del toque de queda. Ante estos hechos, como Campaña Global, damos nuestro apoyo a las organizaciones que se están movilizando y exigiendo que se levante de inmediato el estado de excepción y el retiro definitivo del plan de austeridad, a la vez que nos mantenemos vigilantes sobre los excesos que pueda cometer la fuerza pública.

 

Consideramos que las medidas adoptadas por el gobierno del Ecuador suponen una violación de los derechos humanos y se someten a las exigencias del poder corporativo y de las instituciones financieras internacionales.