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PASCUA LAMA EN LA ESTRATEGIA DE BARRICK GOLD

Verdeseo

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El proyecto Pascua Lama ha enfrentado diversas dificultades desde su inicio, y no solamente debido a contratiempos en Chile y Argentina. Poco se conoce sobre los vaivenes de la industria que por un lado han permitido y por otro han limitado dicho proyecto minero, así como de las dinámicas políticas y económicas al interior de la compañía, que en su conjunto precipitaron la reciente decisión de suspenderlo. Para la ecología política es de mucha importancia conocer lo que subyace tras estas decisiones, así como los correspondientes intereses involucrados –lo cual implica ver la compañía no como una entidad monolítica, sino como sede de relaciones de poder, enfrentamientos y alianzas de diferentes actores y facciones de capital. Para entender los actos y motivaciones de Barrick en Pascua Lama, es entonces necesario abrir la caja negra corporativa y diseccionar el enmarañado mundo de las finanzas mineras, pues constituye el soporte crucial de esta industria.

 El “boom” de las materias primas

Un importante antecedente es el vertiginoso aumento en los precios del oro durante la década pasada, con un peak de aproximadamente $1.900 dólares americanos por onza en 2008, lo cual implicó un aumento notable en las actividades mineras a nivel global. Impulsadas por lo que se ha considerado como el boom de materias primas más largo desde el período de la posguerra (2003-2012, de acuerdo con un estudio reciente de Hilpert y Mildner), compañías mineras como Barrick Gold han llevado a cabo grandes adquisiciones y han intensificado operaciones de producción y exploración. En consecuencia, minas cuya explotación no era económicamente viable con el nivel de precios anterior al boom, han sido reabiertas, como es el caso del proyecto Pascua Lama.

Aprovechándose del interés por parte de inversionistas, que ha aumentado dada la expectativa de futuros incrementos en los precios, las compañías mineras han llevado a cabo nuevas emisiones de acciones en mercados bursátiles como el de Toronto, el principal de este rubro, con el fin de capitalizarse. De acuerdo con el diario Wall Street Journal, durante la década pasada, las cuatro compañías mineras más grandes de ese período (Barrick, Newmont, Newcrest y Goldcorp) generaron $47.500 millones de dólares en flujos de efectivo por actividades operativas y gastaron $68.500 millones de dólares en gastos de capital y adquisiciones (ver artículo de Oliver).

La diferencia entre estas dos sumas se ha captado a través de emisión de acciones, que han crecido en un 117% (ibid). Por su parte, Barrick Gold usó una combinación de financiamiento interno, deuda y acciones para viabilizar sus actividades, incluyendo dos de las más grandes ofertas de acciones en la historia de la Bolsa de Toronto –en 2009 por $4.000 millones de dólares, y en noviembre de este año por $3.000 millones. Inversionistas institucionales (entidades con un portafolio de inversiones de $100 millones de dólares en adelante) como fondos de cobertura (o hedge funds), fondos de pensiones y fondos mutuos son quienes actualmente figuran como importantes accionistas en los registros de las mineras de oro. En este proceso de expansión y consolidación, los actores financieros institucionales entran al juego –una alianza que les permite participar del incremento en los precios del oro.

Generando valor para los accionistas

El impacto de los inversionistas institucionales en los gobiernos corporativos está bien documentado[1]. Dada la magnitud de sus inversiones, los inversionistas institucionales tienden a asumir un rol más proactivo que los inversionistas individuales. Adicionalmente, grandes concentraciones de inversión en una compañía le dan a este tipo de inversionistas mayor poder de negociación (y de voto) para hacer lobby y presionar a la gerencia sobre temas como generación de valor para accionistas –o la priorización de rendimientos accionarios y pago de dividendos.

En el caso de Barrick, los inversionistas institucionales no son la excepción, así que el bajo desempeño de las acciones ha sido un factor clave para que los accionistas presionen a la gerencia con el fin de que abandone su estrategia de crecimiento desmedido, vista por éstos como contraproducente para la generación de retornos accionarios a corto plazo. A mediados de 2012, esto llevaría a Barrick Gold a despedir a su gerente Aaron Regent a causa del bajo desempeño en el comportamiento de las acciones, remplazándolo por su director financiero y para así tranquilizar a los accionistas. Las divisiones y roces al interior de la junta directiva son también frecuentes en una aparente pugna por dar muestras a los accionistas de un mayor compromiso con estas nuevas prioridades.

En contraposición a un anterior enfoque basado en crecimiento y expansión, la gerencia de Barrick ha asumido ahora una estrategia más conservadora en su colocación de capitales bajo la promesa de que los “retornos (a los accionistas) determinarán la producción, y no la producción los retornos”. En la práctica esto ha llevado a la priorización de activos fijos, desinversión en activos de alto costo y bajo rendimiento, y reducción de los gastos.  La compañía ha postergado, por ejemplo, $4.000 millones de dólares previamente destinados a gastos de capital y costos generales. Activos periféricos (los de menor prioridad para la actividad extractiva) con cortos tiempos de vida y altos costos operativos han sido vendidos, como ha sido el caso de las minas Darlot, Granny Smith y Lawlers en Australia Occidental.

El acertijo de Pascua Lama

En este contexto, Pascua Lama representa un acertijo para Barrick. Denominada como “la mina más grande y de más bajo costo del mundo” –este proyecto aspira a convertirse en el activo principal de la compañía, en la piedra angular de su producción futura de oro.

Con una alta concentración de mineral en veta, un relativo bajo costo, y un tiempo de vida estimado de 25 años, cumple todos los requisitos para ser un “activo de primer nivel”. La mina ocupa el onceavo lugar entre los más grandes yacimientos no explotados del mundo, siendo el tercero en América Latina después de Cerro Casale (Chile) y Las Cristinas (Venezuela) (ver informe de Natural Resources Holdings, 2012). Para Barrick, esta mina ha sido su principal foco de gastos de capital, con cerca de $5.000 millones de dólares invertidos hasta la fecha –un costo que la compañía ha justificado a sus accionistas sobre la base de retornos futuros.

Pero debido a los diversos contratiempos sufridos este año, Pascua Lama ha sido una fuente de conflicto entre la gerencia y los accionistas, con cuestionamientos por parte de los últimos sobre si es, incluso, viable continuar el proyecto dadas las circunstancias actuales.

Lo anterior, sumado a la duradera oposición ciudadana, la incertidumbre sobre el cumplimiento de los marcos regulatorios medioambientales chilenos, la tendencia a la baja en los precios del oro, y una deuda de $15.000 millones en las finanzas corporativas[2], fue lo que en últimas culminó en la decisión de suspender el proyecto. No obstante, y pese a que tal decisión logra darle a Barrick la maniobrabilidad que necesita en su balance general (con una reducción en costos de capital de $1.000 millones para 2014 por haber suspendido el proyecto), se abren dudas sobre su futuro.

Producción y crecimiento, así como la promesa de crecimiento futuro, siguen siendo una parte integral del negocio, e incluso uno de los principales criterios usados para evaluar la viabilidad misma de la compañía. Tal circunstancia le da credibilidad a los pronunciamientos de la compañía que señalan que no están abandonando el proyecto. De hecho, una suspensión voluntaria no es lo mismo que una revocatoria de sus derechos mineros (cuya vigencia se mantiene siempre y cuando se siga pagando el uso de la tierra) por parte de los tribunales chilenos –algo que los accionistas tienen muy presente. En palabras de un administrador de portafolio y accionista de Barrick Gold, existe la posibilidad de que “esto se convierta en una poderosa fuente de dinero en algún punto” (ver artículo de Martell y Rocha 2013).

¿Qué sigue para Pascua Lama?

Por ahora, Barrick y Pascua Lama representan una amenaza menos inminente, y dada su actual situación financiera, la compañía no se encuentra en la posición de reiniciar actividades en un futuro próximo. De hecho, todo apunta a una desaceleración de la industria en general, la cual se verá agravada por un creciente desgaste de parte de los inversionistas institucionales, quienes no tendrán incentivos para inyectar capital en la industria.

Pero en contextos de dificultades económicas como el actual, donde las compañías “junior” (solamente exploración) son absorbidas o desaparecen, las grandes mineras de oro demuestran toda su resiliencia. En el pasado, Barrick Gold buscó cubrir su producción y racionalizar sus actividades, proyectándose para operar incluso a un nivel de precios de $300 dólares la onza de oro. El ciclo minero se caracteriza por períodos de expansión y contracción: por ejemplo, fue al final del boom anterior (finales del siglo XX) que los planes de reiniciar Pascua Lama se dejaron en suspenso, retomándose nuevamente unos años después cuando los precios del oro mostraron un incremento.

Además de esperar a que las condiciones de mercado repunten, otra de las opciones contempladas por Barrick en este momento es vender una parte de Pascua Lama. Los emprendimientos conjuntos no son inusuales la minería, dada la gran cantidad de capital que se requiere. Otras minas de Barrick son operadas en conjunto con grandes compañías mineras, como el caso de Pueblo Viejo (República Dominicana), que es operada con Goldcorp. Pascua Lama también fue parcialmente descentralizada a través del pago de regalías y acuerdos de financiamiento –esquemas que dieron a la compañía la liquidez requerida para operar la mina, a cambio de la provisión futura garantizada de una porción del oro y plata a extraerse.

El acuerdo de financiamiento de Barrick con Silver Wheaton, por ejemplo, consistió en transferirle a este último el 25% de la producción futura de plata de Pascua Lama, que en conjunto con la producción de plata de Lagunas Norte, Pierina y Veladero, recaudaron un total de $625 millones de dólares en pagos por adelantado en efectivo. Este entramado de acuerdos de financiamiento es un indicador de los costos que implica llevar a la realidad un megaproyecto como Pascua Lama –opciones que la compañía se encuentra actualmente explorando o renegociando. Adicionalmente indica la amplia gama de actores que tienen interés en que el proyecto se lleve a cabo –la compañía, sus asociados y los inversionistas de estas compañías- quienes por el momento están dispuestos a esperar el momento en que extraer las reservas de oro de Pascua Lama represente mayor rentabilidad que dejarlas bajo tierra.

J Reyes es investigadora de la University of Manchester y de la Red Europea de Ecología Política (ENTITLE). La investigación para este artículo contó con el apoyo del Programa Marie Curie de la Unión Europea.


[1] Para ejemplos de estudios sobre la influencia de accionistas institucionales en gobiernos corporativos ver Dore, 2008; Froud, et.al, 2000; O’Neill, 2001.

[2] Gran parte de la deuda a largo plazo de Barrick Gold corresponde a la adquisición de Equinox Minerals en 2011.

Referencias bibliográficas:

Dore, R. (2008). Financialization of the global economy. Industrial and Corporate Change,’17(6),1097–1112.

Froud, J., Haslam, C., Johal, S., & Williams, K. (2000). Shareholder value and Financialization: consultancy promises, management moves. Economy and Society29(1), 80–110.

Hilpert, H. and Mildner, S.  Fragmentation or Cooperation in Global Resource Governance? A Comparative Analysis of the 
Raw Materials Strategies of the G20.  SWP Research Paper. Available at http://www.swp-berlin.org/en/publications/swp-research-papers/swp-research-paper-detail/article/raw_materials_strategies_of_the_g20.html.

Martell A. and Rocha, E. (2013).  Barrick to shelve much-delayed Pascua-Lama, for now.  Reuters.  Available athttp://uk.reuters.com/article/2013/10/31/us-barrick-results-idUKBRE99U15120131031.

Natural Resources Holdings (2012).   Global Gold Mines & Deposits 2012 Ranking.  Available athttp://www.nrh.co.il/i/pdf/NRH_Research_2012%20World_Gold_Deposits.pdf

O’Neill, P. (2001). Financial narratives of the modern corporation. Journal of Economic Geography1(2), 181–199.

Oliver, D. (2012).  Gold Mining Stocks Are An Increasingly Attractive Opportunity.  Forbes.http://www.forbes.com/sites/realspin/2012/07/02/gold-mining-stocks-are-an-increasingly-attractive-opportunity/